Act. 6 - LIBRO BLANCO DE LA PROFESIÓN DOCENTE Y SU ENTORNO ESCOLAR

 

El libro blanco de la profesión docente y su entorno escolar trata de como los docentes deben ser expertos en el aprendizaje para poder educar.

La enseñanza obligatoria debe ocuparse de ayudar a todos los niños y niñas a configurar sus personalidades, su autonomía, la configuración de su inteligencia, su talento, su futuro y el sistema de valores en que se funda la convivencia democrática.

En esta entrada me gustaría reflexionar principalmente sobre una de las propuestas para hacer que la educación de niños y adolescentes esté en buenas manos y la sociedad lo note.


En la séptima propuesta se plantea un modelo de formación para los docentes similar a lo que es el MIR para los médicos, es decir, cursar primeramente uno de los grados habilitados para la especialidad escogida, tras el grado se deberá cursar un máster (tal y como el que estamos cursando) y, aquí viene lo más interesante, dos años de formación mediante un modelo de docente en prácticas (DEP). De esta manera los futuros docentes tendrán un mínimo de experiencia para enfrentarse a la realidad de la docencia.

Actualmente, cada uno de nosotros, vamos a tener dos meses de prácticas/formación en campo. Dos meses para formarnos como docentes donde deberíamos aprender: a sabernos expresar correctamente adecuandonos a la edad de los niños a los que estemos impartiendo la clase, donde deberíamos aprender a resolver conflictos en el caso de que los hubiera, a tratar con alumnos que tengan otras capacidades, a sentirnos confiados en las respuestas que debamos dar a las cuestiones que se puedan hacer los alumnos, al funcionamiento de un centro escolar visto desde el otro lado, al trámite burocrático correspondiente, a entender la función del tutor, las tutorías y las reuniones con padres y otros muchísimos aspectos que de momento no sé porque hasta ahora solo he visto los centros del lado del educando.

El sistema educativo tal y como está formado hoy en día, plantea que según terminemos el máster podemos dar clase lo cual dicho un poco fríamente, nuestros primeros cursos tendremos alumnos que nos servirán como conejillos de indias. Esto supone un gran reto, obviamente la enseñanza será recíproca, nosotros educaremos y enseñaremos y ellos (los alumnos) nos enseñarán empíricamente cómo hacerlo. ¿Imposible? Se lleva haciendo años, por lo tanto, no. ¿Justo, correcto? No lo creo tampoco, si queremos un sistema educativo pleno deberemos estar preparados en todo momento ya que la eficacia del sistema educativo debería ser continua y acumulativa, me explico: debiera ser una educación donde los conocimientos estén relacionados de unos cursos a otros y entre asignaturas si, 'de repente' falta un eslabón (cualquiera de nosotros que el primer año le venga grande la situación) fallaría esa continuidad. Nuestra mala gestión a la hora de formar a los profesores estaría impactando directamente a los alumnos.

Por consiguiente, la propuesta de tener dos años de formación como internos en centros me parece justa si de verdad queremos un sistema educativo pleno. Estos dos años servirían no sólo para aprender a educar sino para conocer la estructura de los centros y así una vez nos incorporemos podamos dedicar tiempo en labores organizativas con un fin común y no como una obligación, lo cual creo que es lo que sucede en la actualidad.

La inversión intelectual y material que se haga en educación será la que mayor retorno produzca a la comunidad.

¿Cambiará el modelo en algún momento? Yo creo que sí, tardará y será lento pero llegará.



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