Act. 5 - 12 Funciones docentes - Pulso al fracaso


 

Según la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de EDUCACIÓN  se definen 12+1 funciones del profesorado.

1. Las funciones del profesorado son, entre otras, las siguientes:

a) La programación y la enseñanza de las áreas, materias y módulos que tengan encomendados.

b) La evaluación del proceso de aprendizaje del alumnado, así como la evaluación de los procesos de enseñanza.

c) La tutoría de los alumnos, la dirección y la orientación de su aprendizaje y el apoyo en su proceso educativo, en colaboración con las familias.

d) La orientación educativa, académica y profesional de los alumnos, en colaboración, en su caso, con los servicios o departamentos especializados.

e) La atención al desarrollo intelectual, afectivo, psicomotriz, social y moral del alumnado.

f) La promoción, organización y participación en las actividades complementarias, dentro o fuera del recinto educativo, programadas por los centros.

g) La contribución a que las actividades del centro se desarrollen en un clima de respeto, de tolerancia, de participación y de libertad para fomentar en los alumnos los valores de la ciudadanía democrática.

h) La información periódica a las familias sobre el proceso de aprendizaje de sus hijos e hijas, así como la orientación para su cooperación en el mismo.

i) La coordinación de las actividades docentes, de gestión y de dirección que les sean encomendadas.

j) La participación en la actividad general del centro.

k) La participación en los planes de evaluación que determinen las Administraciones educativas o los propios centros.

l) La investigación, la experimentación y la mejora continua de los procesos de enseñanza correspondiente.

2. Los profesores realizarán las funciones expresadas en el apartado anterior bajo el principio de colaboración y trabajo en equipo.

 En el documental un pulso al trabajo observamos un centro de segunda oportunidad, donde asisten jóvenes sin empleo y/o formación para obtener una formación innovadora a través de itinerarios personalizados, un refuerzo en competencias básicas y laborales, experiencias practicas en vinculación con el mundo empresarial, y un apoyo en demandas sociales con una especial atención a los más vulnerables. Los jóvenes que asisten a estos centros han sufrido el denominado 'fracaso escolar', este se denomina así cuando no se alcanza el rendimiento académico estipulado para su edad.

Este fracaso escolar va ligado siempre a situaciones familares complicadas, trastornos psicológios y/o problemas personales que les han obligado a madurar antes de tiempo. Es por ello, que estos centros de segunda oportunidad les brindan la misma y les prestan la atención que probablemente en los otros centros que han estado no han tenido, bien porque los medios no eran suficientes para dedicar a cada uno de ellos el tiempo personalizado que requerían, o bien porque estas personas no resultaban interesantes al propio centro, invitándoles a abandonarlo.

Todas las funciones mencionadas con anterioridad son estrictamente necesarias para un buen desarrollo del aula pero me gustaría centrarme en la función g) La contribución a que las actividades del centro se desarrollen en un clima de respeto, de tolerancia, de participación y de libertad para fomentar en los alumnos los valores de la ciudadanía democrática. 

Me centro en esta función porque creo que la mejor educación que se puede tener es una buena preparación a la vida adulta. En los institutos no sólo se enseñan conocimientos, sino que se enseñan unas normas sociales. Una buena sociedad debe estar definida por el respeto entre iguales y, para ello, hay que ver a todo ser humano como igual y no tratar de situar a cada uno en un nivel de la pirámide en función de su economía, su aspecto, sus creencias o cualquier otro aspecto. Aprender el valor de la tolerancia es clave para que una sociedad funcione y colabore.

Para cumplir esta función en particular el docente debe enseñar más con el ejemplo que con contenidos. Crear un buen ambiente en el aula, hacer a toda la clase partícipe de los conflictos que puedan surgir y partícipe de la solución de los mismos crea la unión de un grupo donde el respeto domina ante todo. La igualdad es que los que menos han tenido, para que lleguen a un igual, hay que darles mucho más.

El 'típico alumno' que se sienta al final de clase, que se aburre, que se entretiene molestando o distrayendo a otros necesita sentirse útil y ahí entra la función del profesor de prestarle esa atención para hacerle ver que es igual de capaz que el resto.

Todo esto es muy importante también para que no haya faltas de respeto y de autoridad en el aula, incluyendo al profesorado.

¿Crees que es siempre posible conseguir un aula donde reine el respeto?

¡Enseñemos valores! 

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